sábado, 27 de julio de 2013

Vacaciones




Hay en mi primer día de vacaciones un sosiego inane, una falta de tensión que desdibuja los contornos. 


Mañana salgo pronto, la obligada excursión anual no admite tregua. Pero, si de mí dependiera, me quedaría unos días en casa solo por sentir cómo se van enlazando los cabos sueltos del cerebro y uno se asienta de nuevo. Por dejarme llevar como si fuera una barcaza y la corriente tirase suavemente de mis ideas hasta alargarlas hacia lugares que me hacen falta. 

En fin, a la vuelta hablaremos de cosas más interesantes. 

jueves, 18 de julio de 2013

La (i)rresponsable de Educación en la Comunidad de Madrid, Lucía Figar...



...Es, quizás, la consejera más inútil de todo el gabinete, que ya es decir (¿alguien la escucha alguna vez hablar de asuntos de su negociado, salvo para anunciar algún recorte, alguna traba más, alguna dejación de funciones de la Administración?). 

Pues bien: ahora insiste en lo único que sabe hacer y anuncia una nueva subida del 20% de media en las tasas universitarias para el próximo curso (el año pasado fue del 36%). Para que estudien solo los que puedan. Derecha sin complejos, como decía Aznar. 

Hace tiempo vengo insistiendo en que el PP nacional, pero especialmente el de Madrid, está inmerso en un proceso continuado de destrucción de la enseñanza pública (entre otras). 

Veamos los últimos detalles: mantienen las deducciones en la declaración de renta para los que llevan a sus hijos a la escuela privada, aumentan las tasas de la pública, reducen las becas, recortan los mediso de escuelas e institutos mientras siguen ofreciendo prebendas a la privada, etc. ¿El propósito? El mismo que parece ser común a todos los ministerios del peor gobierno de la democracia, el de Mariano Rajoy: devolver a España a la época de los años cincuenta-sesenta. Crear una clase semianalfabeta de trabajadores sin especializar, baratos y prescindibles. Que los únicos formados sean los hijos de la burguesía. 

Para más INRI, no hay visos de que con la política actual de sometimiento a los dictados de la Merkel vaya a remontar la economía, por mucho que de Guindos diga gilipolleces (echad un vistazo a la bolsa: mientras no suba, no anticipará la recuperación económica, y ahorita mismo está catatónica). 

El porcentaje de parados siguen en sus trece, ya lo veremos a la vuelta del verano; las previsiones son de aumentar hasta el 27 o 28% el próximo año. 

La deuda pública está ya por el 90% del PIB, cuando llevamos dos años de recortes brutales, y va a seguir aumentando porque cada vez se gasta menos, se recauda menos, y suma y sigue. 

Lo repito otra vez: hay que echar a esta gente del poder. Son dañinos para el país. Son escoria. Gentuza de baja estofa. 

domingo, 14 de julio de 2013

Bellísimas personas




Lo del encierro del sábado pasado en Pamplona fue de pasmo. Me refiero al montón informe de mozos aplastados que se formó a la entrada de la plaza de toros y a la suerte infinita, según dicen por ahí, de que no hubiera más heridos que los provocados por el mismo aplastamiento. 





Yo tengo la opinión de que todo fue cosa de los toros, magníficos ejemplares de la ganadería de Fuente Ymbro. Uno era un jabonero precioso de verdad que se cayó estrepitosamente a unos metros del follón, y ese detalle favoreció que el taponamiento de la salida no tuviera perores consecuencias, pues cortó el flujo de personas que llegaban en manada. 


Hasta entonces, el encierro había sido rápido, sin mayores contratiempos, Los toros, a pesar del tropel de gente que los acompañaba, habían ido a sus cosas, sin prestar demasiada atención, discurriendo noblemente, sin derrotes ni gestos feos. Hasta que se encontraron con la montonera de carne apilada. 






Ni al topar contra los mozos les hicieron el menor daño.Tampoco cuando, unos sobre otros, miraban hacia atrás, desconcertados por no poder seguir su carrera. Hubo uno, negro y muy majete él, que volvió unos pasos dentro del mismo callejón y casi se ensarta en sus pitones el típico corredor despistado. No porque tuviera ganas de cornear, sino por cosas de la física de objetos en movimiento. 





En fin, me robaron la voluntad esos cuatreños tan bien plantados, tan centrados en su trabajo de correr y dejarse llevar, tan rectos de juicio y tan comedidos, bastante más que algunos de los insensatos que los acompañaban o que el patán que dejó cerrado el portón de la plaza. 

Si hubiera estado en mi mano, habría indultado a toda la corrida. Por bonita, por noble y por buena gente. 

viernes, 5 de julio de 2013

Repeticiones del Quijote.



Lo curioso de la repetición a lo largo de los años es que raramente reproduce la experiencia anterior. No somos meros conjuntos de actitudes, componentes, hechos acumulados. La experiencia y el azar nos modelan de diferentes modos. 

Así, la lectura del Quijote, que cada pocos años repito y ya va por la décima, al menos, depara sorpresas que me hacen hallar en el texto aspectos que no conocía de mí mismo. 

Anoche leía el prólogo de la primera parte y, sabiendo de sus gozosas ironías, me pareció tristísimo. Una declaración de quien se sabe vencido de los años, la suerte y sus circunstancias. Pero tan deliciosamente escrita que en ella misma niega lo que asegura. Las primeras palabras son emocionantes: 

"Desocupado lector: sin juramento me podrás creer que quisiera que este libro, como hijo del entendimiento, fuera el más hermoso, el más gallardo y más discreto que pudiera imaginarse. Pero no he podido yo contravenir al orden de naturaleza, que en ella cada cosa engendra su semejante. Y así, ¿qué podía engendrar el estéril y mal cultivado ingenio mío, sino la historia de un hijo seco, avellanado, antojadizo y lleno de pensamientos varios y nunca imaginados de otro alguno, bien como quien se engendró en una cárcel, donde toda incomodidad tiene su asiento y todo triste ruido hace su habitación? El sosiego, el lugar apacible, la amenidad de los campos, la serenidad de los cielos, el murmurar de las fuentes, la quietud del espíritu son grande parte para que las musas más estériles se muestren fecundas y ofrezcan partos al mundo que le colmen de maravilla y de contento. Acontece tener un padre un hijo feo y sin gracia alguna, y el amor que le tiene le pone una venda en los ojos para que no vea sus faltas, antes las juzga por discreciones y lindezas y las cuenta a sus amigos por agudezas y donaires. Pero yo, que, aunque parezco padre, soy padrastro de don Quijote, no quiero irme con la corriente del uso, ni suplicarte casi con las lágrimas en los ojos, como otros hacen lector carísimo, que perdones o disimulas las faltas que en este mi hijo vieres, que ni eres su pariente ni su amigo, y tienes tu alma en tu cuerpo y tu libre albedrío como el más pintado (...)"

Pero qué orgullo legítimo se distingue entre los tópicos puestos en solfa y las demostraciones de humildad retórica. Qué valentía moral la del que, diez años más tarde, al prologar la segunda parte, se defiende de los insultos de un mastuerzo pelota de Lope y mediocre escritor: 

"Lo que no he podido dejar de sentir es que me note de viejo y de manco, como si hubiera sido en mi mano haber detenido el tiempo, que no pasase por mí, o si mi manquedad hubiera nacido en alguna taberna, sino en la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros". 

Ahí está el soldado heroico, ya olvidado, haciendo valer los dones que él mismo se ganó, y tiene heridas para confirmarlos. Allí defiende su patrimonio moral. Ahí es tan infinitamente superior a cuantos le roen los zancajos que no necesita sino dejar suelta la pluma para que de su elegancia  surja el prodigio. 

En fin, me pierde la pasión. Voy a seguir leyendo para entender qué me ha pasado. 

miércoles, 3 de julio de 2013

"Ricercar" de Marco Dall'Aquila.


Uno de mis más delicados "descubrimientos" (1), también debido a una sugerencia de Pepito, de Antígona, el mejor librero de Zaragoza, es Marco Dall'Aquila, compositor del renacimiento italiano que tiene algunas cosas tan salerosas como esta "La traditora".






O el emocionante ricercar nº 33, también interpretado por Shirley Rumsey. Dicen que es posiblemente el más bello del renacimiento italiano. Yo diría que, por lo menos, es de lo mejorcito que compuso Dall'Aquila.






(1) Tal que si fuera el Mediterráneo: Dall'Aquila es sobradamente conocido. El analfabeto soy yo.