viernes, 1 de octubre de 2010



Algo no cuadraba. Miré el remanente y era desmesurado. Más de cuatro mil euros. De ningún modo podíamos tener tanto dinero suelto en la modesta caja fuerte del insti. Algo debía estar mal computado.

Sin embargo, no tuve tiempo para pensar en nada. Decenas de asuntos sin importancia me impidieron comprobarlo. Luego, en casa, ya se me había olvidado.

Esta mañana he despertado con la solución. Sin preverlo, durante la noche he estado soñando con el problema. Analizando qué hice con cada factura durante este mes de julio. Al parecer, un ingreso en cuenta ajena no había sido catalogado en lugar apropiado; de ahí la enorme diferencia.

Nada más volver, lo primero ha sido comprobar la dichosa factura. Tal cual había imaginado. Deshecho el entuerto, pensaba en cuánto nos pagan por el dichoso cargo y cuántas horas trabajamos de más. Para mí que tampoco salen estas cuentas.

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