domingo, 24 de abril de 2011

Desahogos



Afortunadamente (para mí) o desgraciadamente (para mis asiduos en formato de papel o digital) soy bastante mejor lector que escritor. Por algo llevo cosa de cuarenta años haciendo lo primero y aún no comienzo a despuntar en lo segundo. Y no es falsa humildad, no. Sólo constato hechos.

Tal experiencia de txakur zaharra, que dirían por el norte, me ha llevado a suprimir una entrada que había previsto para antes de Semana Santa. Indignado por las barbaridades de Aznar, había adelantado lo que Iñaki Gabilondo, entre otros, dijo a la mañana siguiente. Por no parecer obvio ni que sigo el dictado de los mejores, que para decir cuatro frescas me basto y me sobro sin necesidad de copia, la eliminé.

Pero además de afanoso lector confieso que soy poco fértil y no puedo ir desaprovechando material que no parece tan defectuoso. Era así, poco más o menos, y aún no lo había terminado:


"Menos mal que siempre tenemos fantoches como éste que (no, no fue un mal sueño) nos gobernó durante ocho años. Así es imposible que se me vayan las ganas de apabullar a los lectores desde mi rincón.


Porque me ha contado un pajarito que Aznar ha dicho en Columbia University que hay que dejar de controlar la economía mundial, que España no va a poder pagar sus deudas y que Gadafi es un tío majo, majo. Amigo nuestro y tal. Ni terrorista ni nada. Un colega.

Dejo aparte lo de Gadafi, aunque recomiendo al ex-presi que adopte como modelo al difunto Pol Pot, el camboyano. Creo haber comentado ya que es mi monstruo favorito. El maestro del genocidio con absoluto rigor intelectual. La repera. Gadafi a su lado es un gañán enloquecido. Claro, que siendo este enano mental como es, en quién se va a fijar.


Sin embargo, las clarividentes palabras de Aznar, justo en el mismo momento en que el G20 habla de ajustar más los controles sobre la economía mundial para que no vuelva a suceder el desparrame de la crisis (no sé si este concepto le suena de algo al mamarracho) y cuando el Fondo Monetario Internacional alaba las reformas llevadas a cabo en España y la propone como modelo de lo que hay que hacer si se quiere remontar el problema, asegurando de paso su fiabilidad...

Esas palabras, decía, son las que en su mentalidad cavernaria o en otros tiempos más oscuros que él ha elogiado públicamente le hubieran valido el cargo de traidor a la patria. Así de claro. Lo que hace este tipejo es intentar hundir el país que tanto dice querer por aquello de que los que gobiernan ahora le jodieron el plan en 2004. Aunque el único inepto en aquel momento terrible fue él y su gobierno, que ya llevaban bastantes años tocando los cojones al personal. ¿No lo recuerdan?

Y en ésas siguen".





Casi como para no publicarlo, ¿verdad? Pues por eso lo eliminé. No fuera que... En definitiva, una válvula de escape a la mala leche de ver que un fantasmón se complace en joder la moral a pesar de cualquier tipo de evidencia. Él tiene su verdad y cualesquiera otras consideraciones se la sudan.

Por cierto, a este tipo nadie le hace el menor caso fuera de España. Deberíamos tomar ejemplo. Aunque también nos sirve de recordatorio sobre la caverna infausta y extrema que esconde la derecha de este país. Ahora vuelven Mayor Oreja, Acebes y otros tantos a asomar la patita. Ya no nos acordábamos, ¿eh?

Otro día estaré más contento, espero.

No hay comentarios: