sábado, 26 de mayo de 2012

Conciertazo de Al Ayre Español en el Auditorio Nacional






Eduardo López Banzo, como es habitual desde que conozco sus andanzas, nos ofreció ayer un concierto de los de hacer afición. Primero, por la selección de obras. Arrancó nada menos que con la Suite orquestal nº 1 de Bach, BWV 1066, y luego su impresionante Misa en Do Menor, BWV 235. 


El público ya le hizo salir a saludar un par de veces antes del descanso, porque lo que habíamos escuchado en el Auditorio no era cualquier cosa. Un conjunto brillante, perfectamente engranado y unos cantantes, capitaneados por la deslumbrante María Espada (que cada día me gusta más, cosa bien difícil) que estuvieron a un altísimo nivel. Destaco sobre todo a Carlos Mena, un contratenor de excelente técnica y voz más que suficiente para sobreponerse a la fantástica formación de instrumentistas que le secundaban (no más de 18, pero parecían una orquesta sinfónica completa). 


La segunda parte, teóricamente, era "menor". Varios villancicos y una cantada de Joseph de Torres, compositor madrileño del último barroco que es bastante más inteligente y capaz de lo que puede parecer. Y, para mi gusto, aúna lo mejor de la canción popular barroca con la sólida escuela italiana, al modo de lo que se podía hacer por esas fechas en el Reino de Nápoles. Un contraste con lo germánico anterior que no hizo sino añadir brillantez al concierto. 


Los del público estábamos encantados. Una señora (me temo que era de la clac, pero tenía toda la razón) se arrancó con un "bravo" casi antes que ejecutaran la última nota, y ya no paramos. Salieron a saludar por lo menos seis veces más.  Se ovacionó al archilaudista, a los oboes, a los cinco cantantes, a la sección de cuerda al completo, a López Banzo y a quien se pusiera por medio. Fue el despiporre. 


Nos regalaron un par de bises, el último una parte del villancico de Miserere a Jesús Crucificado que ya habian interpretado, los cuatro cantantes solos con el acompañamiento del archilaúd, que fue el colmo de lo delicado. 


Qué les voy a contar. Un concierto de los que justifican toda la temporada. 


Por cierto: Eduardo López Banzo es hijo predilecto de Zaragoza. Por si alguien no lo recuerda. 

No hay comentarios: