martes, 25 de junio de 2013

Tremendo el Cuarteto Jerusalem.



Cuarteto del que estamos escuchando a lo largo del mes de junio la integral de cuartetos para cuerda de Shostakovich en unas versiones bellísimas, interpretadas con inteligencia y precisión, con un conocimiento profundo de la partitura. 

Tremenda, también, su versión de "La dama y la doncella", de Franz Schubert, uno de los pocos autores románticos que soporto. De hecho, me parece que mantiene una tensión beethoveniana, aun siendo de carácter muy diferente, que le favorece enormemente. La energía de Schubert es comparable, si no en grandiosidad, sí en intensidad. 




Y, como Ludwig, tiene ideas. Quiero decir que no se agota en la repetición de un simple tema, por bueno que sea, y tropecientas variaciones. Las ideas se le agolpan a veces, pero su técnica exquisita, porque era un maestro componiendo, las hace encajar a la perfección. 

Decía que la grabación del Cuarteto Jerusalem en 2008 para el sello Harmonia Mundi ganó el premio Echo Classic. No me extraña. Es la mejor que he oído. Fina, excelsamente tocada, intensa, conmovedora. Una revelación. 

No hay comentarios: