martes, 21 de abril de 2009

Coloquios de figuras







Ayer en Alcalá de Henares hubo coloquio, charla, merienda de negros o lo que sea entre estos tres individuos con motivo del Día del Libro. Se trataba de una supuesta "fiesta de la palabra" y asistió bastante público con ganas de divertirse y ver de cerca a las figuras mediáticas.

A David Trueba le acababan de conceder el Premio de la Crítica por su última cosa publicada y de las otras dos starlettes de la literatura, aunque el nivel de seriedad de uno y otra no tienen comparación, qué vamos a contar que no se sepa ya.

Pues bien: no se habló prácticamente nada de literatura, poco -y mal- de cine y mucho de recuerdos masturbatorios y otras pijadas de adolescencia.

Los dos chicos -Villena dixit- estuvieron a ratos entretenidos, casi nunca ingeniosos, si exceptuamos la ironía low profile de Trueba o las parrafadas culturosísimas del vate, que aburrían hasta a su foulard rojo. Y nada interesantes, ocurrentes o sabrosos de anecdotario, que es lo mínimo que se puede pedir a contertulios tan afamados, a falta de cosas de más enjundia.

Especialmente sosa me pareció Carmen Posadas, que llevó su pijerío hasta la más absoluta indigencia intelectual. No logro recordarle una frase digna de ser transcrita. Ni una triste anécdota que animara el decaído cotarro intelestual. Y supongo que cobró como los otros, sólo por sentar su augusta presencia delante del resto de mortales para que la observaran a placer.

En fin, que hacía mucho tiempo que no me aburría tan a conciencia.

¡Jo, qué ganas tengo de ser famosete
para decir mis paridas y que todo el mundo aplauda como si hubiera revelado el secreto de la existencia! No obstante, espero contarlas con un poquito más de gracia. Noblesse oblige.


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