domingo, 21 de junio de 2009

Non serviam


Dicen los que saben que el cardenal Antonio Mª Rouco Varela ha consagrado España al Sagrado Corazón de Jesús, cosa que nadie hacía desde el año 1919, nada menos, pero que la situación actual lo exige. Y lo hace y ya está. Con dos bendiciones.

Como no entiendo de casquería, no cuento entre mis conocidos con ningún Jesús ni tampoco creo que su -presunto- corazón tenga que ver con los chismes del Tomate, pongamos por caso, la cosa me coge más bien desprevenido. Debo de ser bastante superficial.

Yo me pregunto, no obstante, cómo se puede consagrar a nadie algo que no es tuyo. Es como si dedico el Mercedes de mi vecino a la memoria de mi padre, o a la jovencita guapísima que pasa todas las mañanas por mi calle -7:25, para ser exactos- le dedico la parte que más me convenga. Y ustedes me entenderán sin llegar a pormenores, que a veces me pongo burro.

Aunque, si bien se piensa, todos los españoles pagamos con nuestros impuestos una buena pastizara a su iglesia, llámese en concepto de mordida, llámesela subvenciones. Da igual que seamos de su culto o no. Pagamos todos a tocateja. Y de ahí le vendrá el entender que el solar completo es de su propiedad, luego hace con él lo que le viene en gana. La cosa tiene un punto de lógica.

Hubo un tiempo en que lo era. Suyo, digo, este país. O casi, pero las cosas deberían haber cambiado un poquito. En fin, que si no se da dinero público a la Cienciología ni a los Musulmanes Episcopalianos del Niño Verde, por qué hostias -nunca mejor dicho- se sigue sufragando la muy católica carcundia episcopal. A ver, que alguien consiga explicarlo, que espero bien sentadito.

3 comentarios:

Andrés Glez. Déniz dijo...

Creo que tu inteligencia es más necesaria para criticar el panorama decadente a que da lugar el acto religioso al que te refieres. Por ejemplo: un sistema sanitario que te cagas, un sistema judicial para cagarse, y un sistema educativo que es una mierda. Por otra parte, en la declaración de Hacienda no es obligatorio poner una equis en la casilla de la Iglesia. No soy clerical, pero me empieza a sonar a rancia y fácil la vieja cantinela contra la clerigalla que yo también detesto.

Anónimo dijo...

Las naciones tienen su destino, como las personas. Somos lo que somos, hijos de nuestros padres, no entiendo la manía de renegar de nuestros propios antepasados, son complejos que nos han impuesto desdee fuera.

España, Non Serviam:

http://www.youtube.com/watch?v=x6vwggmhCUU

José María dijo...

Bueno, Andrés: me refería a la dotación económica que el Estado da todos los años a la iglesia católica para cubrir la falta de fondos, y eso sí es un escándalo "objetivo".
Por otro lado, parece que no hay tantos fieles como nos queren hacer creer, o que prefieren marcar otras casillas. O que los curas gastan demasiado. Lo que prefieras.
En cuanto a lo de ir de comecuras, cada uno tiene sus vicios. A mí me irrita profundamente que se nos siga considerando grey. Lo de "Non serviam" es para no cagarme en dios por las buenas, que parece malsonante. Cuestión de hábitos. Donde yo viví era de lo más habitual.
Anécdota ilustrativa: en fiestas patronales de un pueblo del Aragón profundo se celebra una procesión. Pasean en andas al santo del pueblo. Presa del mayor fervor, la gente le reza y grita vivas. Hasta que llega uno de los más inspirados: "¡Viva San Apapucio, me cago en dios!", se desgañita. "Pero, hijo mío...", le reconviene el cura. "Deje, padre, que yo ya me entiendo", responde la acémila beata.