sábado, 1 de diciembre de 2012

El Cuarteto Tokio, en el Auditorio




Ayer actuó el Cuarteto Tokio en el Auditorio Nacional de Madrid. Como siempre, estuvieron a inmensa altura, tanto en lo referente a la técnica, apabullante pero humilde, sin alardes innecesarios, solo con su acostumbrada brillantez y precisión, como en lo tocante a sensibilidad e inteligencia para abordar las obras. Que no fueron más que dos cuartetos de Bartók y uno de Lera Auerbach. 

Del ultimo cuarteto interpretado, el nº 4 de Béla Bartók, me he quedado con el virtuosismo casi sobrenatural del 2º movimiento, un prestissimo tocado con sordina...




... y con el 4º movimiento, todo él en pizzicato, que es de lo más espectacular, intenso, divertido y preciosista que puede escucharse en una sala de cámara. 





A quién va a extrañar ahora que Bartók sea un maestro inigualable del siglo XX. Pero es que a veces uno se olvida de lo buenos que son estos "viejos" y lo fácil que resulta quedarse boquiabierto con los cuatro mangantes que te descubren el Mediterráneo a golpe de promoción comercial.  

Pues eso: quien quiera darles sopas con onda, que deje el arco en el suelo, toque sólo con la yema de los dedos y a ver qué tal le sale. ¡No te digo..!

No hay comentarios: