miércoles, 3 de junio de 2015

Todo va cuadrando.




Que era una incompetente y una arribista, eso lo sabíamos todos aquí en Madrid. Que nunca había tenido una aparición relevante en temas tocantes a su negociado (Consejería de Educación), también. Ahora resulta que está implicada (por decirlo de modo caritativo) en la trama Púnica. Vaya con Lucía Figar. Y parecía idiota. 

Así que su marcha a la empresa privada podría tener otras motivaciones más públicas y menos de "necesidad de tener tiempo para la familia", que es la sandez que suelen decir estos individuos cuando hacen funcionar la puerta giratoria. Y cuando se ven a punto de ser derribados por la investigación judicial. 

Pues nada, Lucía, nada. a disfrutar de tu empresa, tu familia y tu (hipotético) juicio en horario completo. A ver si ahí destacas lo que no has hecho todos estos años en Educación. 

Lo mejor de esta historia es que Cristina Cifuentes anda largando trapo y quitándose de enmedio: "Yo no he tenido nada que ver", dice, viendo los pactos con Ciudadanos un poquito en el aire (¿no eran "Ciudatans" hace unos meses?). 

De verdad que me encantaría que no salieran adelante pero, conociendo a los de Albert Rivera, yo diría que puede dormir tranquila. 

En cuanto a Esperanza Aguirre, ya no sé qué decir. Salvo que, pura e inmaculada, todo su equipo estaba formado por corruptos. Hasta los más inanes, como Lucía Figar, que tenía más de zote que otra cosa. Hay que ver la mala suerte que tiene la sra. condesa. Debe de ser un caso único en la historia. 

¿Está seguro Rajoy de que hasta las elecciones generales de noviembre no van a seguir goteando casos como este o más graves aún? 

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