lunes, 7 de marzo de 2011

Dmitri Shostakovich, cómo no.

No descubro nada al decir que el 1er. concierto para violín de Shostakovich es formidable. Sin embargo, hay un movimiento que me tiene apabullado desde que lo escuché por primera vez, y no hace demasiado tiempo de esto. Es el tercero. Concretamente, su Andante. ¿Por qué?

Simplemente porque la música de Shostakovich está por encima de cualquier interpretación y transmite un aire de desolación, una tristeza que busca desbordarse pero se contiene en ese esquema musical clásico, casi romántico. Y contrasta poderosamente con los movimientos que la preceden y continúan. Por ello es más efectiva. 





Recomiendo, de todos modos, las versiones de dos intérpretes jóvenes: Ruth Palmer, algo más cerebral aunque muy intensa, o de la glamurosa Lisa Batiashvili ("Echoes of time"), que está causando sensación. No sabría cuál elegir.

No hay comentarios: