jueves, 7 de abril de 2011

La lógica de lo anormal (II)

...Lo que me lleva a considerar lo inútiles que son sus esfuerzos.

Porque todas esas campañas de degradación pública (con escasos frutos visibles, por más que se empeñen)
tanto analfabetismo aireado por sus líderes a la que nos descuidamos,
tanta insensibilidad con los principios más elementales de la convivencia y los derechos ciudadanos,
tanta burricie elegida como bandera política de un sector del electorado,
esa falsía y hostilidad ante todo lo que no sea suyo, independientemente del momento y la razón que puedan asistirles,
tan gran desprecio por las bases que asientan la democracia, el estado de derecho, la res publica...

Esas y otras minucias nos están apartando de nuestro deseo secreto, que no es otro que hacernos un huequecito en esa idea tan fea, ese careto desagradable, ese asco tan rico que nos repele y desearíamos lo bastante amable para, demonios, aunque sólo sea por probar una vez, sólo una vez poder votar a lo innombrable.

Total, hay tantos que lo están deseando, ¿no se dan cuenta de que falta una excusa que les, nos permita volver a lo que siempre debió ser? Anden, no sean tan ariscos, déjense querer. Casi todos están a punto.

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