lunes, 2 de mayo de 2011

Frank Zappa. "The yellow shark"


Este señor que aquí aparece es Frank Zappa. Y el disco del título es el último que realizó, con el Ensemble Modern, en 1992 y en concierto. Pues bien: probablemente estamos hablando del músico y compositor más dotado de toda la historia del pop. No en vano siempre reconoció la influencia decisiva que había tenido Edgar Varèse en su modo de componer.

Lo que sucede es que Zappa es, ante todo, un ecléctico. Y esta palabreja, que tanto se ha alabado sin saber muy bien qué alcance tenía ni a dónde nos mandaba, en su caso es modus vivendi. Cualquiera de sus muchísimos discos puede sustentar esta afirmación.





Pues bien: aparte de mi absoluta admiración por el personaje, he de decir que "The yellow shark" es un disco de música contemporánea, de música seria, si tal aberración se puede decir de algo en lo que Mr. Zappa metía la batuta. Sin embargo, al estar grabado en directo de una actuación real las cosas cambian. Estamos ante un concierto clásico con público más bien adicto al rock que a la música clásica, que aplaude y vitorea con todo entusiasmo en medio de una composición, si le parece oportuno. El resultado es fresco y estimulante.



Sobre todo, por la falta de concesiones que muestra en el disco. En buena parte de las piezas es música contemporánea, sin más. A veces, dura para el oído no habituado a transitar estos andurriales. O para los que sólo sepan escuchar con etiquetas y clichés.



Otras, más en su línea irónica, con humor ácido y largas parrafadas que introducen cambios de ritmo sorprendentes y un mestizaje sonoro que debería dar envidia a más de un compositor comme il faut. Con ver títulos de piezas como "G-spot tornado" nos podemos hacer una idea del genio chorrón de Zappa. Sin embargo, la composición que yace bajo la humorada es deliciosa, impecablemente concebida y felizmente ejecutada por el Ensemble Modern, excelentes instrumentistas.



De todos modos, el motivo de incluir esta entrada es, aparte del homenaje debido a uno de los grandes, la creencia de que discos como The yellow shark" son la mejor puerta de acceso, no sólo a la obra siempre estimulante de Zappa, sino a la música contemporánea más sesuda.

Estoy harto de esa pereza intelectual que admite la pintura o literatura de las diversas vanguardias y a la vez no resiste nada compuesto después de Mahler. Si cualquiera puede ir a una performance o instalación del último mangante conceptual, debería también ser capaz de escuchar los conciertos de los que he dado cuenta en la última temporada, por ejemplo. 






Lo dicho: si hay que escuchar cosas que nos quiten las telarañas del cerebro. ¿Por qué no empezar por Zappa?






Que no se me olvide: quiero dar las gracias a Juan José Blasco (muy recomendable su entusiasta página de música pop en facebook) por la referencia de este disco. Me ha hecho pasar grandes ratos.

5 comentarios:

juanjo blasco panama dijo...

Nada que agradecer. En todo caso a ti ,a tu estupendo blog y a la pasión que tambien ( y más sabiamente ) destila. Un gran abrazo y seguimos en contacto.

juanjo blasco panama dijo...

Por cierto, leo con pavor una cierta desgana ante las respuestas (nulas o inanes). Ni se te ocurra ,Jose Mari. The World needs you. Ni se te ocurra. Este blog es de interés mundial, boy,- Dicho queda y que se refleje.

Analía Pinto dijo...

Zappa es Dios. No hay nada más que agregar. O sí: que apoyo todo lo que decís, tanto de Zappa como de la música contemporánea. Creo que la otra puerta de entrada es el genio sin par de Robert Fripp. Pero Zappa, ah, Zappa siempre estará primero en mi corazón y en mi discoteca. Y este fue, justamente, uno de los primeros discos suyos que escuché. En mi blog también vas a encontrar algunas entradas zappianas.
Un abrazo desde Argentina.

AP

juanjo blasco panama dijo...

Amén, "rumiante". Una modesta sugerencia: "Exposure" de Fripp. El tema que titulaba el disco tenía una frase definitiva: "It is impossible achieve the end without suffering". Va a ser eso. Gran abrazo.

José María dijo...

Gracias a los dos, "Chica rumiante" y Juanjo, por vuestras aportaciones. Coincido en lo de Fripp. Es otro de los grandes.

Respecto a la rabieta del otro día, ni caso. Uno no tiene edad para dejar de decir burradas.