Pero ahora no. Toca crecer, y en todos los sentidos. Siento que hay vida. Dificultosa, pero cuándo no lo es. Atrapada en las minucias que enredan todo entendimiento, sujeta al azar de lo que nos puede venir y casi nunca llega. Pero sí, entiendo que va a acudir a mi mente tan pronto me disponga a dejarla fluir por la yema de los dedos.
Ya lo veremos.
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