Otro regalito para el nuevo año: Cuarteto de cuerda nº 12, de Wolfgang Rihm.
Aunque a algunos no se lo parezca, este es tan exquisito como el de "Alcina", de Haendel, que incluí el pasado día 2 de enero. Solo que exige una atención mayor (y diferente) ante el desafío. Y quizás no resulte tan relajante. Pero es muy bueno, de verdad.
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