sábado, 31 de diciembre de 2011

2011, otro año maravilloso



Como todos los finales de año, tengo la sensación de que los doce meses anteriores han sido, en mayor o menor grado, un despilfarro de tiempo.


No es así, desde luego. Y afirmo que conviene luchar contra el abuso occidental de la acción por la acción y el concepto de eterno progreso. Ambos nos han llevado a donde estamos, disfrutando de esta crisis tan buscada, de este gobierno tan deseado, de esta sensación de abatimiento tan connatural. Si es que solo nos contentamos con lo mejor...


Pero vaya, que estaba hablando de mí y enseguida salto a lo general. En eso soy opuesto a otros muchos escritores, que solo saben hablar de ellos y sus picorcillos, suponiéndolos universales. Pero tampoco deseo dar mortaja al 2011 con un resquemor corporativo. 


Dentro de lo que cabe, para mí ha sido un año de comienzo. Ahora lo veo como el inicio de una cierta regeneración. No sé todavía si los frutos van a verse pronto o se harán esperar. Tengo el cuerpo un poco tonto, me temo. Pero la línea está trazada. Ya solo falta seguir en ella. Y espero que su estela dure unos cuantos años más sin deslucirse. 


Bien: algunos de mis propósitos ya los he expresado en entradas anteriores de este blog. Otros son fáciles de adivinar: adelgazar unos kilos, terminar esta novela (luego, repasarla y volverla a repasar, dejar que repose y darle una vuelta final antes de mostrarla por ahí), intentar dedicarme un poco menos al trabajo... En fin, lo de siempre. 


¿Dentro de doce meses sentiré lo mismo que ahora?

lunes, 26 de diciembre de 2011

A veces, el ojo izquierdo ve mucho mejor

 No me resistiré a incluir el artículo de José Mª Izquierdo titulado "Donde esté un buen curriculum...". A veces es mejor dejar que otros puntualicen con más tino lo que resulta evidente a poco que se pare uno a observar.

Y es que la estulticia de los medios afines al PP, la arrogancia de estos últimos y otros detalles me hacen prever que esta crisis va para largo si no cambian la línea principal de sus actuaciones. Aunque, con la mayoría absoluta que les hemos dado, ¿qué van a cambiar?


http://blogs.elpais.com/ojo-izquierdo/2011/12/donde-est%C3%A9-un-buen-curriculum.html#more

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Deseo de ser metrónomo.





De los grandes baterías clásicos se dice que, estén lo exaltados que estén, improvisen libremente o interpreten repertorio convencional y manido, siempre son fiables como un metrónomo. Máquinas de marcar el ritmo, de arraigar el arte en lo terreno, en la base que le da impulso para flotar. 


Con el tiempo, me gustaría que las páginas de este blog tuvieran ese carácter mundano y a la vez intemporal. Es decir, que sirvieran para caracterizar el momento en que se publicaron, sus balanceos histéricos, y a la vez dotaran su lectura de un abanico más amplio. Algo así como una cobertura de pensamiento que alzase sus palabras a la categoría de características o, más bien, de intemporales.  


En realidad, no sé si estoy hablando de estas páginas o de las otras, las de verdad, las que se resisten porque no estaban en sazón, no había necesidad en su existencia desprendida, pero en cuanto tenga el reposo necesario van a caer como fruta de verano. 


Siempre que intervengo en mis imaginaciones (vulgo: que comienzo un proyecto) me pregunto por el resultado final. Pero no el que yo pueda percibir inevitablemente desde dentro del cascarón creativo, sino el que los demás, los destinatarios únicos de ese esfuerzo, van a entender, a juzgar, a saborear. 


¿Hasta qué punto está bien medida la ironía? ¿Cómo se leerá la alusión que a mí me apetecía mostrar? Seguro que de modo diferente, inesperado. Situación que enerva tanto como tranquiliza, aunque siempre sorprende: yo no quise decir vuestras ideas pero, muy a mi pesar, están ahí. 


Si después de esta bofetada de humildad alguien sigue siendo fatuo y arrogante, se merece todas las que le puedan dar de verdad. 


Y, sin embargo, desearía que una sola vez, por casualidad y en un párrafo insólito, consiguiese medir lo que aún no ha sido expresado.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Me temo que estamos de bajona.





Flota por ahí un ambiente generalizado de pesimismo, una abulia tensa, quizá mezclada con dosis de miedo ante lo que se nos viene encima. Me pregunto por qué. 


Por qué hemos de estar cariacontecidos si lo que sucede es fruto directo de nuestras acciones. Tanto es así que estamos dispuestos a volver a las andadas en cuantito nos den un respiro. 


Vean, por ejemplo, la promesa del de la barba de reanudar las deducciones por compra de vivienda habitual. ¿Le apetecerá inflar otra burbujita? Creo que el fuelle no da para más historias, máxime con la situación catatónica del crédito, pero vaya. Por intentarlo no va a ser. Hay que tropezar de nuevo en el mismo peñasco. 


Por qué vamos a lamentarnos si nosotros los hemos aupado a donde se regodean de su suerte. Quién se lo iba a decir hace tres años y medio, cuando casi abandonan. Lo bien que viene una crisis para desbancar a los que gobiernan. Hagan lo que hagan y como lo hagan, que eso no importa a nadie. No obstante, después de su despreciable actuación, ahora piden consenso. Hay que ser optimistas. Los otros seguro que van con el rollo de ejercer una oposición razonable y pican. ¡Si es que los hay idiotas!


No veo por qué estamos tan hundidos si todos hemos contribuido a crear la atmósfera de triunfalismo junto al precipicio en que todo servía para aparentar que se es lo que nunca debería. Y comprar lo que no estaba al alcance salvo de los créditos absurdamente generosos. Sí, claro, concedidos por la misma banca que ahora los deniega y ejecuta el embargo. 


Ahora nos dicen que no hay que gastar. Vale. Bueno. Ahorraremos. Lo que no sé es quién va a poner en marcha la maquinaria si nadie compra, pero... 


Si es que deseamos volver a las andadas, por qué negarlo. 
En cuanto vemos una lucecita al fondo del túnel el culo se nos hace  gaseosa. 

lunes, 5 de diciembre de 2011

Duetti (Jaroussky-Cencic)



Someto a su consideración experta esta muestra del disco que acaban de editar Les Arts Florissants con dúos barrocos. Se trata de los contratenores Philippe Jarousssky y Max Emmmanuel Cencic. 


Las voces, aunque bien diferentes, están prodigiosamente empastadas. Es evidente cuál de ellas me entusiasma, pero he de reconocer que Cencic tiene un nivel de calidad estratosférico. Da la réplica en todo momento y jamás desmerece. Lo único es que la belleza de la voz de Jaroussky, para mí, no tiene rival en la actualidad. 


domingo, 4 de diciembre de 2011

Este Sardà tiene unas cosas...





Me refiero a la carta al director que publicó en el Periódico de Cataluña el otro día:


http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/gracias-senor-zapatero-1229021

Pues debo añadir que no es el único que piensa de ese modo. Yo mismo, aunque sin tanto entusiasmo, sí suscribo la tesis de que difícilmente podemos encontrar un gobierno de este país que haya sido juzgado tan duramente por hechos que en gran medida no han sido culpa suya. 


Bien es cierto que no ha tenido cintura, ni reflejos, ni capacidad de explicación. Y es que a veces parecían bobos. Me desesperaban. Pero que conste que han hecho lo que debían hacer, aun a costa de graves perjuicios para el partido socialista, por simple y llano sentido de estado. Y que los ladradores, que ahora disfrutan de un triunfo totalmente inmerecido, han hecho lo posible por torpedear la marcha del país, confundiendo a sabiendas parte con todo, gobierno con nación. 


Esa idea no me la va a quitar nadie. 


Y que conste otra cosa: desde el primer minuto de mandato del PP voy a empezar a hacer oposición y a ponerlos a caldo en cuanto se me ofrezca la oportunidad. Igualito que hizo la gentuza esta, que empezó en el 2004 y no ha parado hasta volver al poder. 


Pero con más estilo, claro. Todavía hay clases. 

lunes, 21 de noviembre de 2011

Paso el día felicitando...



...A bastantes de mis colegas que, me consta, no están de humor para hostias, por la gran victoria de ayer. "Vete a tomar por culo" es lo más lindo que he escuchado, por supuesto. 


Pero también he dado en preguntar a los mohínos qué debía hacerse en el futuro. Disparidad de opiniones, por descontado.


Yo tengo claro que hace falta una reconsideración del papel de la izquierda y del PSOE en particular. Porque si lamentables (y, en cierta medida, injustos) son los resultados del partido gobernante, no por eso me alegra ver al IU de Cayo Lara, especie de sindicalista modelo del ramo del metal (si estuviéramos en el siglo XIX), ganar posiciones a costa del PSOE con un discurso oportunista que da por el saco, ciertamente. 


Ni hablo del partido de Rosa Díez porque suelo ser poco comedido con los rencorosos, sean Pedro J. Ramírez, Federico Jiménez Losantos o esa señora. Por cierto, estos dos primeros partieron de posiciones de izquierda más o menos levantisca para pasar a la ultraderechona más retrógrada del continente. Qué casualidad. Igual le pasa lo mismo a la pre-facha, porque tiene unos aires demagógicos y autoritarios que ya dan tufillo. 


Pero me desvío del motivo de este sermón: la necesidad de que el PSOE se defina de una vez por todas como partido de  izquierdas. Está claro que tiene que contentar a sus votantes naturales, que son muchos y ahora están desorientados. Y, sobre todo, debe definir cuál es su función y sus expectativas ante la que nos espera con los peperos y con el neoconservadurismo de ala dura que ya nos castiga a diario. 


Por cierto: hoy sube otra vez la prima de riesgo y baja la bolsa. Esperemos que este no sea la tónica de aciertos que nos ha prometido el PP, porque vamos listos...

sábado, 19 de noviembre de 2011

Paso el día reflexionando...





...Aunque no sé muy bien qué opción resulta más atractiva.







Está difícil escoger, ¿verdad?


Solo hay que dar la vuelta a la moneda y leer (y entender cabalmente) lo que ofrecen uno y otro. Entonces se ve la diferencia. La enorme diferencia. 

domingo, 13 de noviembre de 2011

Jaroussky, cómo no.




El Teatro Real intimida un pelín. No tanto por su historia ni por el público que acudió ayer a la exhibición de Jaroussky (más joven que de costumbre, lo cual es muy de agradecer) sino por la seca fealdad del edificio, el gusto muy discutible de su ornamentación y, en general, por la sensación de que uno se embute en sus butacas de patio y todo es demasiado alto, demasiado dorado, demasiado caro. 


No obstante, la noche fue memorable. El señor Jaroussky estuvo en su salsa, hizo de las suyas y dejó al público rendido y admirado. 




Además, la orquesta de Cleveland, Apollo's Fire, dirigida por Jeannette Sorrell, me pareció deliciosa. Excelente su primer violín, muy bueno el tiorbista y guitarrista y descomunal el primer cello, llamado René Schiffer. Sobre todo cuando pudo lucirse con el concierto para dos cellos en sol menor de Vivaldi, RV 531, que fue un alarde de virtuosismo y sensibilidad.


Pero la estrella fue Philippe Jaroussky. En cuanto arrancó con el "Agitato da fiere tempeste", de "Oreste" (Haendel) desapareció la orquesta y sólo hubo un músico en escena: su voz prodigiosa. Fue algo sorprendente. Cantó arias de Haendel y Vivaldi de una dificultad apenas apta para superdotados, como es él, sin duda, y salió triunfante en todos los momentos. 




Destacaría, por lo tranquila y aparentemente sencilla, "Se potessero i sospir miei", de "Imeneo" (Haendel). Hace falta una enorme sensibilidad (aparte de las innegables capacidades técnicas) para abordarla con la emoción requerida, para no desfallecer ni aburrir al espectador. También porque va de menos a más. La serena precisión del momento diría que se adorna solo lo imprescindible para alcanzar las cotas líricas más altas.  






En fin, que me desparramo. Dejo esta muestra para que se deleiten y se hagan también fervorosos del mejor contratenor del mundo.


A pesar de la pastizara que costó verlo en directo, creo que es el dinero mejor invertido de la temporada. El único problema es que luego te vienen cantantes de menos nivel y no, ya no es lo mismo. 

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Gran debate, señores. Muy grande.



El debate del otro día (que confieso que no vi totalmente por motivos de higiene mental) no fue demasiado interesante. Lo único, quizá, por constatar la indigencia mental de uno y la necesidad del otro de formular una estrategia que no sé si es la que más le conviene por carácter pero que no me desagradó. 


En fin, me fui a la cama con las ideas bastante claras y, oh, sorpresa, al día siguiente aparecen las "primeras encuestas fiables" y resulta que el más cenutrio, solo experto en no dejar ver nada de nada, había dado un revolcón al que demostró alguna idea coherente y bien desgranada sobre los próximos cuatro años. Los periódicos lo tenían bien claro. Todos menos el diario Público, creo recordar. 


"Vaya", pensé, "está claro que me he dejado llevar por la pasión". Lo malo es que no era consciente de haber sentido nada parecido, sino comprobado con bastante desapego lo que ambos tenían que ofrecer. 


Pues bien: acudo al lugar de trabajo, hablo con unos y con otros, tomamos café a mitad de mañana y seguimos charlando distendidamente del asunto y nadie, oigan, nadie en absoluto opinaba lo que las infalibles encuestas. 


Teniendo en cuenta que somos profesores y trabajadores laborales de la pública (esto es: con acceso por oposición, no presentando el carnet de ningún partido ni la recomendación del pater de turno) dudo mucho que seamos todos de la misma ideología. Además, se nos debe admitir una mínima capacidad de raciocinio y análisis de lo que escuchamos, puesto que esa es la base de nuestra actividad. Algo no cuadraba. ¿Cuál es el problema?


"Muy fácil", me dijo alguien que prefiere ser anónimo por razones obvias (si se trabaja para la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid cualquiera puede imaginarlas). "Te voy a poner un ejemplo que quizás no tenga mucho que ver, quizás sí: ¿tú recuerdas qué empresa sufragó casi toda la JMJ papal este verano pasado? ¿Y quién paga a la Comunidad el sueldo de médicos y otros funcionarios cuando no tiene fondos?" 


"Ahora, dejemos el debe y pasemos al haber", continuó. ¿Qué grandes almacenes de la Pérfida Albión, por precisar más, nos han instalado por la cara, sin haberlas solicitado, dos pizarras digitales high-tech en el centro, y lo mismo han debido de hacer en los trescientos y pico institutos públicos de Madrid? O bien: ¿por qué ha sacado la Comunidad su famoso decreto liberalizando totalmente el horario comercial para grandes superficies? 


"Favores que deben ser pagados", respondí yo aplicadamente. "Pues lo mismo pasa con los periódicos. Siguen sembrando todo lo posible, que ya llega el momento de cosechar". Y abundamos en esta anécdota, aquel fleco que no se sabía dónde cuadraba, tales editoriales inflamados durante tantos años, esos artículos de opinión excelentemente pagados que lo único que nunca ofrecen es la opinión de quien los suscribe... 


No hay nada como dar con la clave. Todo cobra su sentido. 






P.S.: Suelo entrar en invertia.com, un foro de economía sólido desde el punto de vista técnico, aunque muy de derechas, como es habitual. Ayer proponían una encuesta  obvia: ¿quién ganó el debate? Cuando yo voté, Rajoy, 48%, Rubalcaba, 46 %. ¿Queda más claro lo que explicaba antes?

sábado, 29 de octubre de 2011

"Bestiario", de Juan José Arreola






No merece la pena comentar nada. Simplemente, lean un fragmento de "Bestiario", de J. J. Arreola:


                               EL RINOCERONTE 
El gran rinoceronte se detiene. Alza la cabeza. Recula un poco. Gira en redondo y dispara su pieza de artillería. Embiste como ariete, con un solo cuerno de toro blindado, embravecido y cegato, en arranque total de filósofo positivista. Nunca da en el blanco, pero queda siempre satisfecho de su fuerza. Abre luego sus válvulas de escape y bufa a todo vapor.

(Cargados con armadura excesiva, los rinocerontes en celo se entregan en el claro del bosque a un torneo desprovisto de gracia y destreza, en el que sólo cuenta la calidad medieval del encontronazo.)

Ya en cautiverio, el rinoceronte es una bestia melancólica y oxidada. Su cuerpo, de muchas piezas, ha sido armado en los derrumbaderos de la prehistoria, con láminas de cuero troqueladas bajo la presión de los niveles geológicos. Pero en un momento especial de la mañana, el rinoceronte nos sorprende: de sus ijares enjutos y resecos, como agua que sale de la hendidura rocosa, brota el gran órgano de vida torrencial y potente, repitiendo en la punta los motivos cornudos de la cabeza animal, con variaciones de orquídea, de azagaya y alabarda. 

Hagamos entonces homenaje a la bestia endurecida y abstrusa, porque ha dado lugar a una leyenda hermosa. Aunque parezca imposible, este atleta rudimentario es el padre espiritual de la criatura poética que desarrolla en los tapices de la Dama, el tema del Unicornio caballeroso y galante. 

Vencido por una virgen prudente, el rinoceronte carnal se transfigura, abandona su empuje y se agacela, se acierva y se arrodilla. Y el cuerno obtuso de agresión masculina se vuelve ante la doncella una esbelta endecha de marfil.



Esta es la virtud de las páginas maestras. Quitan el aliento, ¿verdad? 

domingo, 23 de octubre de 2011

Hay a quienes se les ha estropeado el plan



Estos son los días en que todos podemos descubrir el conejo dentro de la chistera. Unos se montan la verbena donostiarra, también llamada "Conferencia de Paz" y se vuelven a casa tan tranquilos, con la sensación  de haber cumplido con el encargo. 


Otros, tras la fanfarria etarra de "o ganamos o empatamos, pero nunca perdemos", confiesan que están en las últimas pero sin dejar de joder la marrana, por si nos lo creemos demasiado. 

Y, por último, mis preferidos. Los de ciertas televisiones, tres o cuatro periódicos y otras tantas radios que dicen que no. No puede ser. Tantos años con el enemigo como excusa para hacer y decir lo que nos venga en gana y ahora vienen con que nos abandonan. ¿Cómo vamos a seguir en la brecha si tenemos que pensar y mantener una mínima coherencia en la crítica, si ya no nos vale oponernos a todo?






Pobrecitos míos, cada vez se les pone más difícil el ya de por sí duro trabajo de emporcar la vida del resto de la población. Porque ya no es que tengan opiniones absurdas y tontunas descabelladas, amén de reiterativas y peleonas. Es que todos los que no son tan atrabiliarios como ellos son reos de lesa traición a la patria. 


Anda y que se vayan a tomar por culo a la derecha, como se suele decir. Por si no se han enterado todavía, les pasa lo mismito que a sus enemigos terroristas: sobran. 

domingo, 16 de octubre de 2011

Hoy no hablaremos de la huelga





Hasta ahora no he querido tratar de un asunto tan acuciante como la huelga de profesores de la enseñanza pública. No lo he hecho porque hay unas cuantas cosas que me indignan. Y, por una vez, no todas tienen que ver con la infausta Aguirre, la inútil y arrogante Figar y sus acólitos, más o menos despistados. 


Porque no pretendo ir de líder extremista y llamar a las barricadas pero ¿qué daño real hacemos a quienes nos hacen daño (léase: la administración educativa) convocando huelga por días sueltos cuando los alumnos están sentados en las aulas, el curso en marcha y todo controlado? 


¿No habría sido mejor la propuesta (que quedó como minoritaria en las asambleas previas al inicio del curso) de bloquear el proceso? Es decir, huelga indefinida desde el día uno o dos de septiembre para no hacer matrícula de alumnos, no hacer exámenes, no firmar actas, no permitir el comienzo de la Selectividad ni, por ende, el cierre del curso anterior y el principio de este. Eso sí habría deshecho el plan de la Aguirre-Figar (ente monstruoso de dos cabezas todavía no descrito en los bestiarios) de degradar a pasos agigantados la enseñanza pública. La única de calidad, añado yo, de este país. 






Evidentemente, alguien juicioso dijo: "No lo hagamos; eso conlleva expediente sancionador, son normas de obligado cumplimiento". Claro que sí hermano, pero me pregunto si veinte mil expedientes son fáciles de instruir o si solo podrían hacerlo con cuatro cabezas de turco, como tienen costumbre. Y eso nos adentra en otra dinámica de tipo político-judicial más fácil de manejar que la situación presente. 


Por ahora, tras cinco jornadas de huelga con claro éxito de participación y varias manifestaciones ruidosas y masivas, la Consejería de Educación y Empleo, como se llama ahora, no se ha dignado siquiera dar atisbos de que quiere negociar. Esta semana hay convocadas otras dos. Ya veremos si la gente y sus nóminas descalabradas aguantan.


Mucho me temo que, si las circunstancias no dan un vuelco, la huelga está perdida. Pero eso ya lo sabía en septiembre. Como que no conozco a esta gente del garrote enhiesto que nos viene por todos lados... Que se preparen la universidad, la sanidad y otras excrecencias del sistema de protección social que, no lo olvidemos, está sentenciado por parte de los lobos que acechan el poder. 


Por cierto, ¿alguien se ha planteado en serio a quién va a votar este 20-N?

jueves, 6 de octubre de 2011

"Buena chica", esencia de Secretos




Dentro del pop español, y créanme que sé de qué estoy hablando, esta es quizá la canción con la letra más contundente, concisa y triste que conozco. Las hay más bellas y, desde luego, más divertidas, pero ni se acercan a la formidable capacidad para la elipsis y la sugerencia de "Buena chica".


"Su casa bordeando la autopista
hizo que ella creciera muy deprisa.
No quise conocerla de aquel modo: 
Si quieres comprar algo, tengo todo". 



"Y pocas veces sonreía
pero con eso a mí me valía".



¿Qué más hace falta para establecer un panorama, que vale por toda una vida? Todos los antecedentes que necesitamos conocer están condensados en los dos versos iniciales. En el cuarto aparece el narrador. Poco más podría decirse, y nada con más elegancia. 



"No pude acompañarla en aquel vuelo
porque apenas pisábamos el suelo.
Antes que nuestro tren descarrilara
en marcha me bajé sin decir nada".


"En otro tiempo me gustaba,
cuando en su mismo barco viajaba".


Ya está contada la historia de una relación. En realidad, la de toda una generación, incluyendo el mismo Enrique Urquijo, que se relacionó con el lado oscuro y no siempre salió bien parada. 


"La vi en bar de aquellos que frecuenta,
estaba de negocios en la puerta
y comprendí que nada había cambiado
ojalá que no la hubiera encontrado".


"Te juro que era buena chica,
aunque con poco apego a la vida". 


Por si no nos imaginábamos el final de la historia, ahí está el último verso. Demoledor. 

domingo, 2 de octubre de 2011

La pose que más nos gusta.





Hay que suponer que todo escritor se fotografiará al menos una vez en su vida adoptando la pose oficial. Es casi como un uniforme corporativo. Se ve al pretencioso de cintura para arriba (a ser posible, ni siquiera debe mostrarse la cintura, que por lo general estará poco presentable) un codo apoyado en la mesa y la mano sujetando el mentón de modo que solo puedo calificar de inefable. El rostro, siempre serio, pensativo, con aire soñador pero consciente de la propia importancia. 






La pose tiene su mérito, porque aparecer en las portadas de cada uno de tus libros como si te hubiera dado un aire es castigo que no deseo ni a Antonio Gala. Ni siquiera a Trapiello o a Prada, que ya es no desear. Toda tu vida vas a estar a expensas de esa foto maldita. No podrás opinar libremente porque debes mantener el tono reflexivo, grave, la responsabilidad que emana de tan rotunda imagen. Tampoco podrás guardar silencio cuando te plazca. Exige compromiso, te lleva a participar en cualquier foro, recogida de firmas y convocatoria correcta que te pongan por delante. La imagen maldita te convierte en un miura de la ortodoxia, un morlaco preclaro dispuesto a embestir en toda ocasión. 






Yo diría más: condiciona incluso tu producción literaria futura. ¿Cómo puede ser que alguien capaz de escribir "Coños" nos espete ahora los coñazos que acechan cada año en las mesas de novedades? Por la foto de marras. Estoy convencido de que el afán dietarístico del otro proviene de alguna foto como la presente que ha condenado sus dotes narrativas a tareas imposibles. Pongamos mejorar a Cervantes. Pongamos contarnos su vida con pormenores pero fumigada por las protectoras siglas que casi esconden algo y no interesan nada. 





En fin, escritores que (no) me leéis: no se os ocurra posar de semejante guisa. Por mucho menos ha habido desgracias.  

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Plumas, plumillas, plumones.





Una lectora habitual de este blog me espetaba hace tiempo que los escritores penan tanto por no publicar (lo más frecuente) como por haber publicado. Supongo que en este último caso por hacerlo en malas condiciones o con escaso éxito de ventas, pero cualquiera sabe. Manías de los plumíferos de medio pelo.


Puede ser. Los escritores son, en general, gentes descontentas y de mala condición. En el aspecto personal, a mí no me gusta ninguno. Se me antojan fatuos, pedantes, latosos, inseguros y bastante tornadizos. Tienen una tendencia insufrible a opinar con gran importancia de lo que no conocen y dan en cambio explicaciones idiotas sobre las novelas que acaban de parir. 


Como objetos literarios suelen ser poco o nada interesantes: se observan demasiado, llevan al detalle la contabilidad de sus gestos y valores cuando están en público, no es fácil pillarlos desprevenidos y conseguir una gotita de su esencia. Que, por otra parte, las más de las veces es bien insulsa. Y no me explico que pueda interesar a alguien ajeno a la mecánica de creación, al taller interno de las obras. 




Estéticamente son un desastre. O gordos, o bajos, o demasiado esqueléticos o simplemente feos de solemnidad. Si alguien pretende encontrar en los rasgos de su cara rastro de la brillantez que algunos (pocos) vierten en sus creaciones, va de cráneo. Son tan mediocres que, de no aparecer en programas de televisión repetidas veces, no llamarán la atención cuando paseen por las calles. 


Si esta ralea mediocre y vanidosa, feota, tontorrona y casi siempre alelada en las brumas de sus ideas hace décadas que ya no es referente de nadie, alguien deberá explicarme por qué se esfuerzan con tanta violencia por conservar sus corralitos. Por qué se querellan, revolcándose en busca de migajas sociales, de desechos de calderilla que no interesan más que a ellos. O ni siquiera les interesan, pero no dejarán que otro se los lleve sin luchar como perros. 




En fin, teniendo en cuenta la mierda de trabajo que es la creación, el esfuerzo exagerado y la práctica de años que conlleva escribir cualquier tontería y los pobres rendimientos que pueden esperarse de ella, no entiendo cómo hay quien pretende hacer de esto un modo de vida, no digamos ya una profesión. Hay incluso casos notables en que el empecinamiento ha costado la salud física y mental del interfecto (véase el caso de Juan Manuel de Prada, cada día más graso y orate en su programilla de intereconomía).






P.D.: Atendiendo a todo lo anterior, tampoco veo qué demonios espera nadie encontrar en este blog. Incluso me maravillo de que haya quien lo lea. Si yo fuera otro imagino que no lo haría. 

domingo, 18 de septiembre de 2011

Shostakovich, el siglo XX comprimido en cinco minutos.





Sé que soy un pelma, lo reconozco, pero no está en mi mano evitarlo cuando escucho de nuevo (ver entrada del día 7/3/11) el concierto para violín nº 1 de Shostakovich. Incluso en versiones que no son santo de mi devoción (1), la intensidad de esa música me hace pensar que hay años, décadas de desastre y sufrimiento condensadas en esos cientos de compases.


Aquí toca Kogan el tercer movimiento, un poco acelerado pero poderoso y al modo antiguo. Las imágenes nocturnas de Moscú y del mismo concertista son tan caducas y melancólicas como la visión del siglo XX que proyectan estos cinco minutos de pasión. Hay terror y sentimiento épico, hay lirismo, depresión, exaltación grandiosa y, finalmente, cadencia definitiva, calma que sucumbe al silencio, nada. 


Ya he dicho en varias ocasiones (parece que hoy toca repetirse) que no sé cuándo comenzará el siglo actual pero quizá ahora seamos capaces de interpretar mejor los hechos y las obras del XX. Aunque para entender mejor no es preciso solo el paso del tiempo. Eso nos viene dado. También habrá que aprender un poquito de los que nos precedieron, bien que sea para no repetir su misma barbarie. O para saber resistir la que, sí, queridos míos, seguro que nos viene. Ya veo cómo asoma la patita. 





 (1) Es obligatorio escuchar la versión de Lisa Batiashvili en su "Echoes of time". Sobrenatural. 





lunes, 12 de septiembre de 2011

El auténtico vermut "Secretario"




Después de tantos años he decidido compartir con el mundo la fórmula que heredé de mi padre. La he afinado un poco para que sea un trago largo, refrescante y muy de verano. Y que uno pueda tomarse dos sin grandes problemas de equilibrio.


En un vaso alto de vermú o cubalibre ponemos:


-Tres o cuatro cubitos de hielo.


-Dos partes (o un poco más: casi tres) de vermut Cinzano rojo o, en su defecto, otro que no sea dulzón, o mezcla de uno dulce con otro más seco de tipo artesanal, que los hay. Desde luego, nunca el omnipresente Martini. Prohibido. 


-Un golpe de ginebra. Depende de gustos, pero yo prefiero que sirva solo para aromatizar. En caso contrario, coloniza el conjunto, destaca demasiado su sabor y el combinado se carga de alcohol.


-Un chorrito corto de angostura. 


-Completar el vaso con un buen chorro de soda (en sifón, si es posible; ahora los venden con envase de plástico). 


-Añadir una o dos rodajitas de limón (o lima, si se tiene a mano). En caso de que nos hayamos quedado sin cítricos vale una aceituna verde. O unos granitos de sal, si tampoco hay olivas. 


Se revuelve con calma y buen criterio y a disfrutar. 




Por cierto: lo del nombre del vermut viene de que yo soy actualmente secretario de mi instituto en la Plaza Elíptica, en Madrid. Al lado hay un bar, llamado Picapiedra, a cuyo dueño convencí para que me lo preparase esta pasada primavera. Le hice comprar angostura, encargó sifones a su proveedor y cogí la costumbre de tomar uno a media mañana. Otros compañeros advirtieron que no estaba nada malo y, para aclararse, le pedían un "secretario". 


No hay de qué. 

viernes, 9 de septiembre de 2011

Di due rai languir costante







La Bartoli cantando a Vivaldi también sirve para elevar el ánimo en momentos duros, trabajosos, y septiembre siempre lo es. Ya saben los lectores de este blog que es mi mezzosoprano preferida. No así el "padre rojo", a quien he redescubierto hace unos años y me tiene encantado. Compuso una obra sacra y operística excelente, de verdad. 


Y eso que Sandur, con quien he estado hablando a menudo estos meses de verano, considera que Vivaldi es como el agua, que empapa pero no llega a más. Se queda en la epidermis del intelecto. Es poderoso de efectos pero no penetra en la sensibilidad como sí lo hace Bach, por poner otro de sus (nuestros) autores preferidos. 


No sé si estoy muy de acuerdo. Piezas como esta son de tal magnificencia que rozan el nivel de los mejores. Y el uso de la flauta y el pífano felizmente conjuntados con la voz femenina me parecen estremecedores. 


En fin, gustos habrá que avalen una u otra opinión. De todos modos, tratar con personas inteligentes es siempre valioso, aunque se discrepe en lo accesorio. O, sobre todo, si se discrepa.




P.D.: Parece que el viejo se ha decidido a largar lo mucho que tenía guardado y la novela va a buen ritmo, aunque hay una sorprendente cantidad de trabajo por delante, para pretender como pretendo que no sobrepase en mucho las doscientas páginas. No creo que pueda acabar antes del 2012, por supuesto. Tampoco importa demasiado. Luego tardaré otros cuatro o cinco años en publicarla... Si se publica. 

sábado, 3 de septiembre de 2011

Historia de playback





"No digas una palabra más 
no me fio de ti, 
ya oí eso en algún lugar
y no te lo has aprendido bien.


Es una historia de playback:
alguien dicta en la sombra y tú 
sólo mueves los labios.


Baja, amor, 
el volumen de tu receptor
y en silencio intenta convencerme".

Sí, ya sé que a todos nos encanta este tema de Radio Futura. La de veces que lo habremos escuchado, lo felices que éramos bailándolo, etc. Pero hoy no me quedo con la portentosa guitarra de Enrique Sierra, ni con los Auserón, ni con la nostalgia. Me he fijado en la letra. 


¿Estamos seguros de que no se refería a los portavoces de  los partidos políticos? Porque veo difícil asumir que una persona con dos dedos de frente sea tan subnormal como para parlotear los mismos eslóganes elementales sin que se le caiga la cara de vergüenza. 
Pero será que tengo demasiada confianza en el género humano. 

martes, 23 de agosto de 2011

Trasunto de la vida



¿Admitimos como hipótesis que la literatura es trasunto de la vida, o vida misma en ficción, esto es, contada con medios diferentes de la mera realidad?


A ver: tirando por lo bajo, llevo desde los catorce o quince años escribiendo. Si contamos sólo los libros publicados, y poniendo como fecha de comienzo de "No es suficiente" 1997, el cálculo da la tontería de catorce añitos contando historias con un cierto nivel, llamémosle "profesional", aunque  para el gusto de más de uno no llegue a tanto


Pues ni en una sola ocasión, y no creo equivocarme, nunca he podido resolver un personaje, un problema moral o argumental, una discusión sobre asunto político, religioso o de simple estrategia con una idea simple, con una solución fabricada y perfecta que de un plumazo solucionara el conflicto. 


Teniendo en cuenta que el escritor es cosa de diosezuelo más bien caprichoso e irascible y, cuando decide zanjar una historia cortando por lo sano, lo hace. Pues yo nunca he querido ni podido hacer tabula rasa en asuntos que me parecían meridianamente claros. Todavía no he encontrado la explicación simplona que me arregle un asunto complejo. Ni un personaje sin facetas ni contradicciones. 


Me temo que la vida, los seres humanos, la sociedad en que vivimos y casi todos los artilugios creados para nuestro gobierno son de una complejidad asombrosa y siempre creciente. Gordio nos queda muy lejos para andar dando tajos a la realidad o resolver nuestras cuitas a puritita coz, al estilo de Chuck Norris. 




Por ello, cuando en la típica charla (o proclama de partido extremista) aparece una actitud simplona como panacea para todos los males de la patria, sea esto lo que sea, de verdad que me echo a temblar. "Si me dejaran, esto lo arreglaba yo de un plumazo", dice el cabestro de turno. "Y yo te arreglaba la cabeza con un martillo pilón, pedazo de acémila", puedo dar en pensar. Pero casi nunca lo digo. 


A ver si va a resultar que me estoy equivocando de medio a medio y mis rollos literarios los dirijo a los vecinos de Saturno, pongamos por caso, ya que no tienen nada que ver con el mundo cerril en que vive cada vez más porcentaje de la población. 


Y luego, que cada día me hago más misántropo. Si es que tenemos un ganao...



lunes, 22 de agosto de 2011

Para mí que están idiotas



A ver, si no, cómo se entiende que dos militantes (y concejales en Salt) de Plataforma por Cataluña, ese partido de Josep Anglada, tipejo xenófobo y fascistoide que ha tenido cierto éxito en las últimas elecciones municipales, sean tan ingenuos. 


Porque una, Joana Martínez, enfermera de profesión y que reconoce no haber votado nunca, cuando debe de ser cincuentona, resulta que está liada con un camerunés (parece que quieren casarse y todo). Con la excusa de si los papeles sí o los papeles no, la han expulsado.


Otro, Carles Bonet, resulta que es homosexual, con novio dominicano incluido. También ha tenido que dimitir. Por cierto, su novio también iba en la lista de ese partido en la localidad de Salt. Y Carles había militado antes en ERC y CiU. 




En fin, cuesta creer que alguien se comprometa con un partido de esas características sin saber lo que se cuece. Pero ya es del género tonto ser inmigrante o pareja de y estar metido en una agrupación cuya principal característica es su aversión a lo foráneo.




Algo parecido a los homosexuales que siguen siendo católicos devotos y obedientes a una jerarquía que los considera pecadores, viciosos o enfermos, tanto da. Como que no hay fes, credos, ideologías y demás patrañas que acogen a todo tipo de gente sin importar su condición. Puestos a tragarse las correspondientes ruedas de molino, podían ser un poquito más listos, ¿no les parece?






P.D. Habrá que revisar lo que comentaba, con la excusa de ciertas declaraciones pro-derecha de Russian Red allá por el 19/06/2011sobre la incoherencia de esta sociedad de ricos de chicha y nabo que hemos creado entre todos. 


Esa inconsistencia, que tiene ciertos aires de grandeza (por no llamarla pura y llana estupidez), se está extendiendo de modo alarmante. Y ahora que todos quieren votar a la derecha más carca e inútil de las últimas décadas vamos a tener ración doble de lo mismo. Que no nos pase nada.